Si hablamos reformar un espacio seguramente sabrás lo que te gustaría tener o cómo te gustaría que quedara, pero realmente;
¿ Te has parado a pensar qué necesitas?
Quizá ésta sea una de las cuestiones más importantes y la que debas tomar como punto de referencia a la hora de iniciar una reforma, ya sea parcial, integral o un simple cambio de imagen.
Pensamos en reformar generalmente cuando el estado o espacio no se adecua a nuestro estilo de vida, cuando no cumple con nuestras necesidades del día a día o con nuestros gustos, bien sea porque nuestra forma de vida o circunstancias han cambiado o porque no nos sentimos identificados con el espacio.
¿Por dónde empezar entonces?
Te recomiendo coger papel y lápiz y hacer una lista con tus necesidades y prioridades, echa el freno y analiza tu día a día, piensa como vives tu casa, donde pasas más tiempo, qué cosas te resultan incómodas o cuales echas en falta; no te dejes nada, apunta hasta el mínimo detalle por pequeño que parezca. Esto te permitirá reflexionar sobre temas que tal vez no habías contemplado.
Vía k.r.interiors
Todo cuenta, hasta el mínimo detalle por insignificante que parezca. Se trata de pequeñas dosis de información que te ayudarán a sacarle partido a cada rincón de tu vivienda y que la harán más confortable en el día a día. Teniendo esos puntos claros enfrentarte a una reforma será mucho más fácil porque tendrás definidas cuáles son tus necesidades reales y podrás estudiarlas, diseñarlas y ubicarlas sin dejar nada al azar.
Vía Nice Markers
Los gustos, costumbres y necesidades varían de una persona o familia a otra. No es lo mismo diseñar por ejemplo; una vivienda para una pareja que viaja mucho y apenas para a comer en casa, que para otros que son más caseros y les gusta dedicar su tiempo libre a la repostería.
Vía Historiskahem
Así a grandes rasgos, de primeras te diría que los primeros con una cocina pequeña tendrán suficiente, porque no almacenarán a penas alimentación ni pasarán mucho tiempo en ella cocinando, mientras que los segundos necesitarán una cocina más amplia y cómoda, con mayor espacio para guardar alimentos, pequeño electrodoméstico y los utensilios necesarios para la repostería. Luego habría que seguir analizando el estilo de vida de cada uno, estancia por estancia.
¿Qué puede hacer un profesional por ti?
Primero y principal; escucharte, escuchar qué te lleva a tomar la decisión de realizar una reforma, renovar un espacio o decorarlo, conocerá de primera mano quien habita y como vive el espacio. Al entrar en tu vivienda ya sea de manera presencial o virtual nos ponemos en vuestra piel para entenderos y “vivir la casa” analizando los pros y contras de cada estancia y así poder sacar el mayor potencial a cada uno de los rincones.
A través de formularios se extrae información muy importante que nos ayuda y nos da todavía más pistas de tus gustos, estilo y necesidades. Te ayudará a solucionar las dudas que puedan surgir y a darle forma a todo aquello que llevas en mente de forma estructurada; quizá aquella idea remota que tenías en mente tenga mucho más sentido de lo que imaginabas.
Tener claras tus necesidades marcará el resultado final.